Francisca el mismo dìa que recibiò los pasajes le dio la noticia a Gonzalo, pero ella sintiò algo extraño en su tono, èl le aclarò que no viajaba solo, algo que Francisca no sabìa, siempre quiso creer que viajaba sin compañìa, esto la puso triste, sin embargo no habìa marcha atràs, èl le asegurò que robarìa tiempo para estar con ella, querìa que estuvieran juntos frente al mar, viendo las estrellas... con el paso de los dìas Francisca lo notaba algo diferente, lejano, pero no quiso pasarse peliculas, ademàs las cartas estaban echadas y se encontrarìan en poco tiempo.
Llegò el dìa en que Gonzalo partiò a su tierra, aproximadamente un mes antes que Francisca lo hiciera, èl partìa hacia el desierto a pasar unas semanas; ella no supo nada màs de Gonzalo y partiò un hermoso dìa de Enero hacia el sur, volando entre montañas hasta que aterrizò en suelo chileno, Francisca se movìa entre nerviosa y emocionada, dedicò el fin de semana a pasear por ese bello paìs, sin embargo, la abrigaban los nervios y una sensaciòn extraña al pasar tres dìas y no saber nada de Gonzalo.
El lunes en la noche, cuando regresaba de un paseo por las calles cercanas a su hotel (un lugar acogedor, donde habìa sentido la amabilidad de los chilenos en pleno), repicò el telefono y escuchò su voz , se saludaron entre nerviosos y sonrientes, Gonzalo le dijo que querìa verla al dia siguiente, se encontrarìan en su hotel a primera hora del dìa martes... Continuarà...
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