Una Niña y Una Historia ...(4)

Esa mañana siguiente sonò el telefono y Francisca se sonriò aùn dormida al escuchar la voz de Gonzalo quièn le dijo que estaba abajo, ella se sorprendiò porque èl iba a llamarla antes de ir, pero decidiò darle la sorpresa y asì fue. Abriò la puerta varias veces porque Gonzalo demoraba en subir, acababa de cerrar la puerta como por cuarta vez, cuando tocaron suavemente, al abrir al fin lo tuvo al frente, sintiò que el corazòn se le salìa del pecho, se abrazaron con cuidado como para romper esa magia, ese encantamiento, Francisca sintiò en ese abrazo una profunda ternura, sin imaginar que a partir de ese momento nada serìa igual para ella; en esa inmensa ternura se fundieron tantos sentimientos, estallando todo en un beso (con sabor a pasta de dientes), la pasiòn los envolviò, los fundiò, ella sintiò que el mundo se detenìa en esa habitaciòn, que no existia nada màs que los besos y abrazos de Gonzalo; cuando pudo retornar a la realidad estaban cayendo las luces de la ciudad, pero ella no querìa separarse de èl... Cuando Gonzalo se fue, Francisca regresò a la habitaciòn se sentò en la cama y llorò, amaba aquel hombre aunque solo lo habìa visto una sola vez en su vida... Continuarà...